Domingo inició así una serie de viajes a pie por Francia, Italia y España, visitando los conventos y estableciendo las bases de nuevas fundaciones. Con frecuencia, pasaba las noches entregado a la oración y se le atribuye, además, instituir el Rosario, a petición de la Virgen María. Domingo de Guzmán, conocido como el «maestro de la predicación», murió en Bolonia (Italia) en 1221. Trece años después, fue declarado santo por el papa Gregorio IX. Poco después de fundar la orden, Domingo tomó una decisión que fue cuestionada por sus propios frailes: la dispersión de sus miembros por distintos lugares de Europa. Sin embargo, fue una medida que tuvo éxito, ya que la orden se expandió y se fundaron numerosos conventos. Una curiosidad sobre santo Domingo Santo Domingo y san Francisco de Asís, fundador de la Orden de los Franciscanos, fueron contemporáneos. Según las crónicas de su época, ambos se conocieron en Roma y mantuvieron una gran amistad. Para conmemorar la hermandad que unió a ambos santos, cada año, en la fiesta de san Francisco de Asís los religiosos dominicos visitan a sus hermanos franciscanos en sus conventos, y en la fiesta de santo Domingo son los franciscanos quienes van a los conventos dominicos. Predicar siempre y en todas partes. 91
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