¿Cómo lograr la igualdad para la mujer? Dejando a los estudiosos burgueses absortos en el debate de la cuestión de la superioridad de un sexo sobre el otro, o en el peso de los cerebros y en la comparación de la estructura psicológica de hombres y mujeres, los seguidores del materiali smo hi stórico aceptan plenament e l as par ti cul ar i dade s natural e s de cada sexo y demandan que cada persona , sea hombre o mujer, tenga una oportunidad real para su más completa y libre autodeterminación y para el desarrollo y aplicación de todas sus aptitudes naturales. Los seguidores del materialismo histórico rechazan la existencia de una cuestión de la mujer específica separada de la cuestión social general de nuestros días. En otras palabras, las mujeres pueden llegar a ser ver - daderamente libres e iguales solo en un mundo organizado mediante nuevas líneas sociales y productivas. Alexandra Kollontai, Los fundamentos sociales de la cuestión femenina, c. 1907 (Adaptación) Efectos de la hiperinflación en Alemania Hasta la invasión del Ruhr, la política inf lacionista había estado presidida por el miedo al desempleo. Ahora se había producido un paro masivo, y aunque el renacimiento del espíritu nacional había atenuado la virulencia de sus peores efectos secundarios, la inf lación seguía con más fuerza que nunca . Los pequeños delitos, los delitos desesperados, proliferaban por toda Alemania . En todas partes empezaron a desaparecer los canalones y las cañerías de los tejados. La gasolina se sacaba con gomas de los depósitos de los automóviles. El tr ueque se conv ir tió en l a forma más corri ent e de comercio, y los metales y el combustible empezaron a s e r u t i l i z a d o s c om o m o n e d a o rd i n a r i a y m e d i o d e pago. Una entrada de cine costaba un trozo de carbón . Con una botella de petróleo se podía comprar una camisa , y con una camisa era posible conseguir las patatas que necesitaba una fami lia . En 1922, Herr von der Osten pagaba el apartamento de una amiga suya en la capital de la provincia con media libra de mantequilla al mes, pero en el verano de 1923 ya le costaba una libra ent era . «Estábamos v olv i endo a l a Edad Medi a», decía Erna von Pustau . Algunos comerciantes a los que les habían robado se encontraron con que los ladrones se habían llevado las carteras y los maletines en los que guardaban su dinero y habían dejado tirados los billetes que contenían . Adam Fergusson, Cuando muere el dinero: el derrumbamiento de la República de Weimar, 1984 (Adaptación) El precio de las acciones no deja de subir Muy pronto un n ego cio mucho más atractiv o qu e el teatral atrajo mi atención y la del país. Era un asuntillo l l amado mercado de valore s . L o c ono cí por pr imera vez hacia 1926. Constituyó una sorpresa muy agradable descubrir que era un negociante muy astuto. O por lo menos eso parecía , porque todo lo que compraba aumentaba de valor. […] Podías cerrar los ojos, apoyar el dedo en cualquier punto del enorme tablero […] y la acción que acababas de comprar empezaba inmediatamente a subir. Parecía absurdo vender una acción a treinta cuando se sabía que dentro de un año doblaría o triplicaría su valor. […] Cuando estábamos de gira , Max Gordon , el productor teatral , solía ponerme una conferencia telefónica cada mañana desde Nueva York, solo para informarme de la coti zación del mercado y de sus predicciones para el dí a . D i cho s au gur i o s nun ca v a r i ab an . S i empre e ran «ar r i ba , ar r i ba , ar r i ba» . Hast a entonce s y o no habí a imaginado que uno pudiera hacerse rico sin trabajar. Lo más sorprendente del mercado, en 1929, era que nadie vendía una sola acción . La gente compraba sin cesar. Un día , con cierta timidez, hablé a mi agente acer - ca de e st e fenómeno e sp ecul ativ o. −No sé gran co sa sobre Wall Street –empecé a decir en son de disculpa−, pero ¿qué es lo que hace que esas acciones sigan ascendi endo? ¿No debi era haber al guna rel ación entre l a s gananc i a s d e una c ompañí a , sus div i d endo s y el precio de venta de sus acciones? Groucho Marx , Groucho y yo, 1959 Protocolo secreto del pacto germano soviético de no agresión 1 . En el cas o d e un reac ondi c ionami ento t er r itor i al […] en l as áreas [de] los Est ados bálti cos (Finl andi a , Estonia , Letonia y Lituania), la frontera norte de Lituania representará los límit es de la esfera de inf luencia de Al emani a y de l a URSS. Las dos par t es reconocen los interese de Lituania sobre el territorio de Vilna . […] 2. En el caso de que se produjera un cambio en los territorios pertenecientes al Estado polaco, las esferas de inf luencia de Alemania y la URSS serán divididas aproximadamente por la línea que sigan los ríos Narev, Vístula y San . […] 3. En lo que concierne al sudeste de Europa , la delegación soviética llama la atención sobre su interés en Besarabia . La delegación alemana declara no tener ningún interes político en esa región . 4. Este protocolo deberá ser tratado por ambas partes en estricto secreto. Moscú , 23 de agosto de 1939 263
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