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• El libro del Eclesiástico. Hace hincapié en lo dicho anteriormente. En el siguiente pasaje se presenta al ser humano dotado de los cinco sentidos y, a diferencia de los animales, también hemos recibido de Dios la intel igencia y la cual idad del lenguaje. Así podemos diferenciar el bien del mal y reconocerle en su obra, es decir, cada cosa creada es un reflejo suyo. El hecho de estar hechos «a su propia imagen» no debe llevarnos a jugar a ser Dios, sino a vernos a nosotros mismos y a los demás como reflejos de Aquel que nos creó. Dios, que pone su mirada en el corazón humano, lo llena y capacita para el amor, nos enseña que solo podemos ser su imagen si actuamos desde ese mismo amor, siendo este la medida de nuestras decisiones y actos. • E l Nuevo Tes tamento de l Evange l i o de san Mat e o. S u ú l t i m o t e x t o r e c o g e p a l a b r a s d e J e s ú s que nos recuerdan que no debemos preocuparnos por acumu l ar b i enes , ya que es to nos l l eva a la avar icia y el egoí smo. Él nos invita a dejar el materialismo y a centrarnos en la construcción de su Reino, convirtiéndonos en personas justas, buenas y sol idar ias. Dios ha dotado al mundo, a nuestra casa, con recursos suficientes para que todos po - damos vivir sin necesidad de preocuparnos por el mañana. Pero el almacenamiento y la acumulación de estos recursos en manos de unos pocos pa í ses hacen que no brillen ni su Reino ni su justicia. Como personas cristianas, ¿podemos hacer algo por cambiar esta situación? 26Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? 27¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? 28¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. 31No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. 34Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia. Mt 6, 26-28.31-34 5Recibieron [los seres humanos] el uso de las cinco operaciones del Señor, como sexta les concedió participar de la inteligencia; y como séptima, la palabra intérprete de sus operaciones. 6Discernimiento, lengua y ojos, oídos y corazón les dio para pensar. 7Los llenó de ciencia y entendimiento, y les enseñó el bien y el mal. 8Puso su mirada en sus corazones, 9para mostrarles la grandeza de sus obras, y les concedió gloriarse por siempre de sus maravillas. 10Por eso alabarán su santo nombre, para contar la grandeza de sus obras. Eclo 17, 5-10 Los sentidos (las cinco operaciones) nos ayudan a percibir y disfrutar el regalo de la Creación. 33

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