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¿Qué nos dice este texto? El Evangelio según san Lucas comienza con este prólogo. Siguiendo el estilo literario de los historiadores de su época, quiere dejar claro que, aunque él no ha sido testigo directo de los acontecimientos, ha tenido un cuidado especial por confirmar y reunir todas las enseñanzas transmitidas por los propios «testigos oculares y servidores de la Palabra». Lo primero que podemos observar es que, como otros libros de la Biblia, los hechos que narran no se pusieron i nme d i a t ame n t e p o r e s c r i t o, p re v i ame n t e f u e ro n transmitidos oralmente. Este fue el proceso: las personas que estaban presentes (testigos oculares) transmitían lo que habían visto, oído y sentido. Hasta que, con el tiempo, llegaba alguien que, siendo inspirado por Dios, recogía todo por escrito. Como podemos leer, el texto está dirigido a un personaje llamado Teófilo. Sobre quién era realmente hay varias teorías. Algunos dicen que, al referirse a él con el adjetivo ilustre, hace ver que se trata de una persona importante con alto rango social. Otros, a partir de la etimología del nombre, amigo de Dios, piensan que es un personaje simbólico que representa a los creyentes, como si este Evangelio estuviese dedicado a todos los seguidores de Jesús». En esta misma idea profundiza el último versículo del texto: «para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido», que indica que no está di r igido a cualquier persona, sino a aquellas que ya han recibido un primer despertar en la fe, una catequesis. La función de los Evangelios no es otra que acercar el mensaje de Jesús a toda la humanidad, invitándonos a adherirnos a este proyecto y a seguirlo con una respuesta sincera que sale desde el corazón, la mente y la propia vida. Aprendo a mirar • Describe la imagen. ¿Qué te sugiere? • Cuando lees un libro, ¿piensas quién está detrás de él? Razona tu respuesta. • En el caso de la Biblia, ¿quién está detrás del texto? • ¿Algún texto de la Biblia ha supuesto una enseñanza para tu vida? Explica tu respuesta. Mujer leyendo, Josep Duran, 1872, Museu Nacional d’Art de Catalunya. 9

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