1.000 Las fechorías del Comesol Lo llamaban «el Comesol» porque parecía alimentarse de sol crudo, tumbado panza arriba bajo los más intensos rayos, mientras en su hocico se dibujaba una sonri sa . Su cuerpo era anaranjado, casi un solecito también él , pero un solecito que maullaba… Lo habían abandonado en un descampado y desde entonces vivía al lí , pequeño tigre de ciudad retozando entre botellas, latas, cascotes y arbustos, como si fuera su selva . No entablaba relaciones con los demás gatos. Y, como siempre lo veían despatarrarse al sol con su enigmática sonrisa , llegaron a la conclusión de que era bobo. –Ha de tener el cerebro seco de tanto ponerlo al sol… –Se le hornearon los sesos… –Dentro de poco será un gato asado… –decían divertidos, mientras el Comesol los veía rondarlo, sin darles importancia . «Ya verán quién soy cuando invente mi aparato…», pensaba , y continuaba panza arriba , solitario y cal lado, mientras su cuerpo se mant enía inmóv i l , pero su pensamiento no. ¿Bobo? ¡Listo! Planeaba construir un acaparasol . Su aparato atraería los rayos solares igual que los pararrayos se tragan los rayos de las tormentas. ¿Listo? ¡Listísimo! Su acaparasol le permitiría atrapar toda la luz del sol del descampado y entonces… Entonces pasaría lo que pasó: creyéndolo bobo, los otros gatos le dejaron instalar su artefacto, suponiendo que era un inser vible embudo grandote por el que se deslizarían como por un tobogán . Pero una vez instalado y puesto en marcha…, zuuuum…, el descampado se sumió en la oscuridad . Un único cono de luz se proyectaba sobre el aparato. T E X T O N A R R A T I V O Escucha el cuento. ¿Qué sonido te indica que los gatos tenían mucho frío? retozando: saltando y correteando. rondarlo: dar vueltas a su alrededor. desabastecimiento: falta de provisiones. desestimó: denegó. 8
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